República Dominicana es el segundo país con más vehículos por persona

La nación caribeña tiene un total de 507.8 automóviles por cada 1,000 habitantes, según indica un estudio sobre el índice de motorización

República Dominicana se encuentra en un proceso de modernización del parque vehicular, y no solo por la apuesta del fideicomiso “MASGAS” que busca promover el uso de gas natural como carburante en los autos, o por el aumento de los automóviles eléctricos.

A eso se agrega que en la actualidad, distintos proyectos como el Metro, el Teleférico y el Monorriel están en planes de mejora del transporte público a nivel nacional, como esfuerzos por el descongestionamiento de las vías, en vista de que por las calles dominicanas circulan alrededor de cinco millones de carros y motocicletas.

Se trata de un número que puede pasar desapercibido frente al parque automotor de países como México, donde asciende a más 55 millones, el segundo más grande en término de unidades en Latinoamérica. O Argentina, que triplica la cantidad local a más de 15 millones.

No obstante, al calcular el índice de motorización, que se obtiene al relacionar la totalidad de vehículos por cada 1,000 personas, República Dominicana se posicionó por arriba de los anteriores. De hecho, ocupa el segundo puesto, solo por debajo de Brasil.

La nación caribeña, con una población cercana a los 11 millones, tiene 507 carros y motores por cada 1,000 personas. Se trata, junto a Brasil, de los únicos dos destinos en la región que superan las 500 unidades. Tanto Brasil como México, que está en tercer lugar, superan a República Dominicana por más de 100 millones de habitantes.

Desde el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital del Gobierno de España señalan que la tendencia deseable sería la disminución, aunque en el país aumenta.

 

Consecuencias

Tal como detalla una publicación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en las últimas décadas, el uso del automóvil ha aumentado considerablemente en las ciudades de América Latina y el Caribe (ALC). En consecuencia, ha incrementado algunas consecuencias negativas como la congestión, la contaminación atmosférica y auditiva, y los accidentes de tránsito.

 

 

En el caso de la ciudad de Bogotá, capital de Colombia, es una de las urbes latinoamericanas con el peor tráfico. En promedio, los bogotanos perdieron aproximadamente 122 horas al año al ser demorados por embotellamientos u otros contratiempos relacionados con el tránsito en 2022, según el “INRIX Global Traffic Scorecard”.

La segunda en la lista, que incluye a ciudades de cuatro países latinoamericanos, es Monterrey (México), donde sus ciudadanos pasaron unas 116 horas en atascos vehiculares. Los siguientes dos lugares también los ocuparon localidades de esos países: Medellín y Cuidad de México.

En el caso particular de Santo Domingo, un estudio del 2019 elaborado por el BID con datos de la plataforma Waze, señala que fue la ciudad donde la pérdida menor, equivalente al 2% de las horas semanales trabajadas. Es decir, de las menos congestionadas.

Otros datos que ofrece es que esas horas anuales ascendió a 75 millones. Esta cifra corresponde a 23 horas/habitante y a 36 horas/viajero. Los costos representaron US$180 millones, equivalentes a casi medio millón de dólares diarios.

Asimismo, el precio por persona fue de US$56 y por viajero de US$86. Adicionalmente, la capital dominicana registró uno de los menores costos relativos a su economía, con un peso total de 0.7% del producto interno bruto (PIB) de la ciudad.

Ese año, Bogotá registró una demora agregada de 335 millones de horas, ubicándose como la cuarta ciudad con mayor demora entre las diez ciudades de ALC analizadas. Cada habitante de la capital colombiana perdió 31 horas en el tráfico. En el caso de México, el Instituto Mexicano para la Competitividad determinó que cada persona en promedio pierde 100 horas al año, equivalentes a US$4,900 millones.

La publicación del BID indica que Ciudad de México y Sao Paulo son las ciudades que presentan el mayor número de embotellamientos.

 

Parque vehicular

En el caso de República Dominicana, el total de vehículos registrados ascendió a 5,463,996 en 2022. Aquellos con más de cinco años de fabricación representan el 89.3%. Mientras, la cantidad correspondiente a menos de cinco de antigüedad, es decir, del 2019-2023, representa el 10.7%.

 

Parque-vehicular-

El parque vehicular de Santo Domingo se mantiene en constante congestión, haciendo del metro y del teleférico una alternativa.

 

De manera particular, los automóviles suman 1,045,414, de los cuales 185,228 tienen 10 años o menos, mientras que con 20 años o menos ascienden a 494,770 unidades. Datos de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) muestran que lo fabricados antes del 2000 suman más de 543,309.

En el caso de Argentina, la flota vehicular circulante o parque “vivo” al cierre del año 2021 estaba compuesta por 14,840,010 vehículos (incluyendo automóviles, comerciales livianos y pesados, no incluyendo en el reporte acoplados y otros Remolques). Al cierre de 2022, fue de 15,079,041 vehículos, lo cual representa un incremento del 1.61%.

De acuerdo con datos de la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes, los automóviles con hasta 20 años de antigüedad de 11.11 millones de vehículos. Los vehículos correspondientes al período 2013-2022 comprenden el 40.3% de la flota total. Los automotores del parque automotor con anterioridad al año 2003 suman 3,964,059 vehículos, de los cuales para el período 1999-2003 se estima en 1,004,409 unidades. Los vehículos con 5 años representan el 15.36%.

En el caso de Bolivia, hasta el año pasado había 2,493,753 vehículos, de los cuales 380,829 eran automóviles (carros) privados y otros 24,389 públicos. De estos últimos, 1,067 tenían como año de fabricación 2016 al 2022, mientras que con 10 años o menos la suma fue de 2,140 autos.

Los carros de particulares (privados) con unos cinco años de fabricación sumaban 85,421 (22.4%), si se amplía hasta 10 años el número asciende a 141,566 (37.1%). Aquellos con dos décadas ascienden a 178,832 (46.9%).

En el caso de Ecuador, en el período 2013 – 2022, el parque automotor se incrementó en 1,161,313 vehículos, hasta alcanzar la cifra de 2,880,910, con un crecimiento promedio anual de 5.90%, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

En Chile, el parque de vehículos en circulación totalizó 6,251,852 unidades, cifra que aumentó en 149,501 vehículos (2.4%), al comparar con el año 2021. El parque automotriz estuvo constituido por 98% de vehículos motorizados, aumentando 2.4% a un año.

Por tipo de uso, los vehículos utilizados para el transporte particular y otros aumentaron 2.7% y concentraron el 91.5% del parque vehicular; mientras que el transporte de carga y colectivo abarcaron el 5.2% y 3.3%, respectivamente.

En El Salvador, la cantidad ascendió a 1,711,430, de los cuales 1,168,561 (68.28%) son vehículos, y el restante 542,869 (31.72%) son motocicletas. De ese monto total, apenas 329,814 es menor a 4 años. 285,921 tiene entre 8 y 11 años, mientras que apenas 150,534 tiene entre 16 y 19 años. La cantidad de automotor con 20 a 23 años son 113,676, según el Observatorio Nacional De Seguridad Vial de ese país.

En Guatemala, de los 4,872,277 automóviles, 2,217,813 (45.52%) son motocicletas, y apenas 858,150 (17.61%) son automóviles. En el caso de México, del total nacional de vehículos registrados en circulación, que suman 55,167,421, unos 36,911,736 son carros. La congestión es un fenómeno presente en la mayoría de las ciudades de tamaño mediano, grande y en las megaciudades alrededor del mundo. Cada año¿ genera enormes pérdidas económicas, sociales y medioambientales a nivel mundial.

Aunque República Dominicana se posiciona como el número dos en automóviles por cada 1,000 personas, su posición cambia cuando se analiza la mortalidad por accidentes.

De hecho, es el país con mayor tasa de muertes causada por lesiones en accidentes de tránsito en el ámbito mundial, de acuerdo con los más recientes levantamientos estadísticos del “World of Statistics”. En la media isla ocurren 65 muertes por cada 100,000 habitantes, señala el informe.

Las motocicletas presentan el mayor número de accidentes según las estadísticas disponibles. El “Anuario de muertes accidentales y violentas” del 2021, publicado por la Oficina Nacional de Estadística (ONE), precisa que de los 4,391 decesos reportados en el país ese año, el 42.7% corresponde a muertes por accidentes de tránsito.

En ese año hubo 1,874 fallecimientos, 8.1% más que en 2020. Del total de muertes, 87.9% fueron hombres y 11.3% mujeres. En marzo, noviembre y diciembre se verificó el mayor número de decesos.

El documento establece que las provincias con tasas más altas de mortalidad fueron Monte Cristi, Monseñor Nouel y Dajabón, con 44.2, 42.9 y 36.0 muertes por cada 100,000 habitantes.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) coloca a República Dominicana entre los primeros cinco países con la tasa más elevada de fallecimientos desde el 2000 hasta 2019. Desde 2010, República Dominicana se encuentra en los puestos uno y dos de mortalidad por accidentes de tránsito, excepto en 2011, que ocupó el tercer lugar.

De los 34 países del ranking, cinco naciones son latinoamericanas, entre ellas: México, Argentina y Brasil. En estos se producen 13, 14 y 16 accidentes de tránsito por 100,000 habitantes. Los otros dos países de Latinoamérica conforman los primeros cinco.

Impacto del congestionamiento en el PIB

La congestión es un fenómeno presente en la mayoría de las ciudades de tamaño mediano, grande y en las megaciudades alrededor del mundo. Cada año genera enormes pérdidas económicas, sociales y medioambientales a nivel mundial.

De acuerdo con el informe del BID, Bogotá, Lima, Ciudad de México y Río de Janeiro se encuentran entre las más congestionadas del mundo, compitiendo con ciudades como Mumbai y Bangkok en Asia, y muy por delante de las ciudades más congestionadas en Estados Unidos (Los Ángeles) y en la Unión Europea (Dublín).

En ese sentido, el informe destaca el valor del tiempo en cada ciudad, que impacta las pérdidas generadas por la congestión. Por ejemplo, si bien en 2019 Ciudad de México perdió en congestión más del doble de horas que Buenos Aires (650 millones y 305 millones de horas, respectivamente), el valor de cada hora perdida en Buenos Aires es mayor. Es consecuencia, la demora costó el 0.5% del PIB en Ciudad de México, y para Buenos Aires ascendió al 1.1% de su PIB.

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